La Junta de Andalucía constituyó la Fundación Barenboim-Said en julio de 2004, con la idea de establecer en Sevilla no sólo la sede del West-Eastern Divan y de otros proyectos, sino la de la propia Fundación. Se ponía así en marcha un proyecto de gran envergadura que sirve como referente de la conciliación entre culturas. Uno de los principios inspiradores de la Fundación es que la música no puede aislarse de la sociedad. Partiendo de este principio, el objetivo prioritario de la Fundación Barenboim-Said es integrar la música en el tejido de la sociedad, ámbito del que se ha ido alejando a lo largo del siglo XX como resultado de un movimiento generalizado de especialización. Desde su puesta en marcha, Luis Castilla ha sido el fotógrafo oficial de la Fundación, desarrollando un complejo trabajo en los diversos proyectos de la fundación.